#TowardsRestartingTheEconomy
“Correr para cambiar la economía”:
el desafío de los jóvenes de Centroamérica

No hubo pancartas ni cronómetros oficiales. Ninguna meta que cruzar, ningún podio en el que subir. Y sin embargo, entre el 9 y el 17 de agosto, en decenas de ciudades y pueblos de Centroamérica, cientos de jóvenes se pusieron en movimiento. A pie, en bicicleta, en silla de ruedas, algunos incluso bailando en las calles.
Cada uno eligió su propio recorrido, su forma de moverse, su propio ritmo. Bastaba registrarse en línea, seleccionar una modalidad —carrera, caminata, ciclismo o “movimiento creativo”— y luego registrar los kilómetros recorridos a través de una aplicación o ingresarlos manualmente en la plataforma. Todo gratuito, todo abierto: un experimento colectivo que convirtió el simple acto de moverse en una declaración de intenciones.
El llamado era claro: Ca-rrera para Reiniciar la Economía. Una carrera virtual, pero con un aliento real, para afirmar que otra economía es posible. Promovida por el hub centroamericano del movimiento global The Economy of Francesco, la iniciativa buscó unir deporte, justicia social y espíritu comunitario con motivo del Día Internacional de la Juventud.
El mensaje es sencillo, pero poderoso: la economía no cambia solo con teorías. Cambia con el cuerpo, con los gestos cotidianos, con la capacidad de ponerse en camino —aunque sea simbólicamente— para trazar nuevos senderos.
«Es nuestra manera de unir esperanza y acción», explicaron los organizadores. «Cada paso se convierte en un acto político, un gesto comunitario, una contribución a una visión que pone en el centro la dignidad, la inclusión y el futuro de las nuevas generaciones».
Para explicar mejor el espíritu de la carrera está Francisco Antonio Chavarría Solano, economista con experiencia en investigación, docencia y análisis de políticas públicas, especializado en regulación y economía del comportamiento. Miembro de la Orden Franciscana Seglar y del movimiento Economy of Francesco, Chavarría subraya que la iniciativa no es meramente simbólica: «La búsqueda de una nueva economía comienza con pequeños actos de comunidad. Caminar, correr o pedalear juntos se convierte en una forma concreta de transformar el deseo de justicia en movimiento real».
Detrás de la ligereza del juego y del desafío deportivo hay también cifras significativas: 52 participantes registrados de 13 países (entre ellos Alemania, Armenia, Brasil, Costa Rica, Croacia, Cuba, Guatemala, Irán, Irlanda, Lesoto, Perú, Trinidad y Tobago, Venezuela), 205 kilómetros recorridos y aproximadamente 293.000 pasos, para un total de 40 horas invertidas en calidad de vida, reflexión y energía positiva.
Un mosaico de pequeños esfuerzos que, al unirse, encendieron la chispa de un cambio mayor. Porque —como recuerdan los jóvenes de la Economy of Francesco— la economía del futuro no nacerá solo en las aulas universitarias o en los palacios institucionales, sino también en las calles recorridas por quienes, con valentía, eligen moverse en la dirección de la esperanza.

Francisco Chavarría forma parte del Hub Centroamérica de la Economy of Francesco y es uno de los promotores de la carrera. Para él, la idea de la Ca-rrera para Reiniciar la Economía nació de una intuición simple pero poderosa: poner en relación el cuerpo, el movimiento y la imaginación económica.
«La conexión con la naturaleza y con la ciudad nos habla a través de sus signos y elementos», explicó. «Son la base de un llamado a reanimar la economía, para que el equilibrio ambiental y social forme parte de la generación de riqueza intergeneracional».

En la visión del grupo organizador, la carrera se vincula directamente con el llamado que el papa Francisco dirigió a los jóvenes de la Economy of Francesco: una invitación a moverse juntos, a sentirse parte de un cambio global a partir de pequeños gestos cotidianos.
«La búsqueda de una manera de estar unidos y en movimiento, con actividades como caminar, correr o andar en bicicleta, nos permite unirnos, ver la realidad, inspirarnos y pensar en ideas para el cambio», compartió Francisco. «Ese fue el llamado del Papa a la comunidad de EoF, y que nosotros, desde Centroamérica, queremos relanzar al resto del mundo».
La estructura de la iniciativa fue pensada para ser sencilla, accesible y abierta a todos. La información general se difundió a través del sitio oficial de la Economy of Francesco, mientras que la inscripción y el registro de actividades se realizaron en la plataforma Wens.pro, diseñada específicamente para eventos deportivos descentralizados.
«Del sitio de EoF parte el llamado, la convocatoria», explicó Francisco. «Pero es en la plataforma Wens.pro donde cada persona se inscribe en la categoría elegida —caminata, carrera o ciclismo— y donde se registran los tiempos al finalizar la actividad seleccionada. Es una plataforma muy amigable, creada precisamente para este tipo de eventos: cualquiera, desde donde esté, puede unirse a una comunidad que comparte un mismo objetivo».
Uno de los aspectos más originales de la carrera fue su gratuidad: ninguna cuota de inscripción, solo la posibilidad de realizar una donación libre destinada a becas. Una elección coherente con los valores de justicia e inclusión que atraviesan el movimiento.
«La mayor parte de la comunidad de EoF está compuesta por jóvenes, y pagar por eventos de este tipo podría representar una barrera», señaló Francisco. «No solo para la participación, sino también para la posibilidad de hacer ejercicio y dejar espacio a la imaginación. Por eso decidimos no cobrar nada y buscar “padrinos anónimos” que hicieran posible la Ca-rrera. Al mismo tiempo, esta elección se inserta en el espíritu de una comunidad solidaria, que desea apoyar a un joven centroamericano que quiera participar en el evento de EoF en noviembre y vivir en Roma la experiencia de compartir el trabajo realizado en nuestra región».
El formato elegido —virtual, flexible, a ritmo libre— es también parte integral del mensaje. «Con la pandemia heredamos la virtualidad, pero hoy no queremos vivirla en soledad ni en aislamiento», aclaró. «Queremos usar la tecnología para mantenernos unidos, romper fronteras y co-crear comunidad: una fraternidad universal. Por eso la Ca-rrera aprovecha la plataforma Wens.pro para crear esta red de personas en movimiento. Cada uno, según sus posibilidades y su realidad de vida, puede salir, observar y reconocer incluso la necesidad más pequeña. Cada necesidad es el inicio de un cambio hacia un mundo más sostenible, donde el lucro no sea el centro de los negocios, sino la creación. Donde las ganancias vayan más allá del valor monetario de corto plazo».
Un objetivo concreto de la iniciativa fue apoyar la participación de jóvenes centroamericanos en la cumbre global de noviembre, a través de becas específicas. Pero no se trata solo de cifras o cuotas de inscripción: se trata de ofrecer una oportunidad real a quienes, de otro modo, no podrían participar.
«Queremos apoyar a estudiantes provenientes de zonas rurales, en condiciones de vulnerabilidad o desigualdad, y con ideas capaces de proponer cambios en su contexto», explicó Francisco. «Participar en la cumbre debería ser un impulso para dar un salto, para activar algo concreto en sus propias comunidades».
Para que esto ocurra, sin embargo, no basta con un evento simbólico. También hace falta acompañamiento. Por eso el Hub Centroamérica ha previsto un seguimiento de las ideas nacidas de la carrera, con el objetivo de darles continuidad y transformarlas en iniciativas reales.
«Nos comprometemos a dar acompañamiento y seguimiento a las propuestas o ideas que surjan, para que se realicen. La evaluación partirá de una línea base, para luego medir el impacto a partir de los resultados obtenidos».
Según Francisco, Centroamérica —con demasiada frecuencia percibida como una región marginal— tiene mucho que aportar al movimiento global de la Economy of Francesco. Y no se trata solo de números.
«Centroamérica no está entre las regiones con más participantes, pero eso no significa que haya menos acción», enfatizó. «Al contrario: aportamos capital humano altamente calificado, ideas, críticas constructivas y propuestas enraizadas en la realidad, que pueden servir de modelo para otras comunidades del mundo».
¿Y para quienes aún no conocen EoF?

«La esperanza por un mundo más justo y sostenible comienza con una espina en el corazón de cada persona, esa que no te deja detenerte. Y de ahí, de la creatividad que se pone en movimiento para alcanzar el bien común, puede nacer algo grande. Para despertar esa semilla, basta con salir a caminar, correr o pedalear con un propósito. Luego, si te interesa saber cómo contribuir según tus dones, puedes informarte mejor sobre las propuestas de EoF».
Finalmente, una invitación también a los medios y a quienes tienen voz pública: «Los medios y los influencers pueden hacer mucho: compartir la iniciativa en redes sociales, hablar de ella con amigos y familiares. Pero sobre todo, comprometerse a difundir noticias positivas que muestren que una nueva economía —inclusiva y sostenible— no es una utopía. Es una realidad que ya está floreciendo en cada país donde la Economy of Francesco echa raíces».

Correr para quedarse
En un tiempo en el que a menudo se corre para huir, competir o perseguir, los jóvenes de Centroamérica eligieron correr para quedarse. Para arraigarse, para dar forma a una esperanza concreta, para volver a poner en marcha —aunque sea simbólicamente— una economía verdaderamente al servicio de la vida.
Lo hicieron con ligereza, pero no con superficialidad. Con zapatillas, pero con una visión profunda. Y con la conciencia de que la transformación más difícil no es la de las instituciones o los mercados, sino la que pasa por el corazón de las personas.
«La esperanza por un mundo más justo y sostenible comienza con una espina en el corazón de cada persona», dijo Francisco.
Desde ahí comienza el camino. Y el sueño de una economía que, finalmente, sepa devolver dignidad, relaciones y futuro.





