Caminata por la Paz
por Ana Argento Nasser
Cuando los caminos se encuentran

El sábado 20 de septiembre tuve la alegría de participar en la Caminata por la Paz, un evento que fue mucho más que una caminata: fue un espacio de encuentro, reflexión y acción comunitaria,
con actividades diversas que nos invitaron a pensar y vivir la paz como un valor cotidiano.
Para mí, esta experiencia tuvo un significado muy especial. Formo parte de REDIPAZ a través de la Fundación Por Igual Más, y al mismo tiempo camino junto a la Economía de Francisco, desde la comunidad de trabajo de CO2 – Desigualdades, por mi trayectoria en diversidad y discapacidad tanto en la fundación como en la RELACID (Red Latinoamericana de Cooperación Interreligiosa en Discapacidad).
Unir caminos, tender puentes
Por eso, esta caminata fue también la oportunidad de ver cómo se entrelazaban distintos caminos de mi propia vida: el trabajo por el reconocimiento desde la discapacidad, el compromiso con la paz desde REDIPAZ y la inspiración que nos regala la Economía de Francisco.
La alianza entre estas redes se hizo visible en este evento, y particularmente en el apoyo simbólico de EOF Living, que nos recordó que la paz también se construye cuando las economías y los proyectos se ponen al servicio de la fraternidad.
La paz como bandera compartida
En REDIPAZ creemos que la paz no es un concepto abstracto ni se limita a la ausencia de guerra.
La entendemos como una paz multidimensional y holística, que abarca la justicia social, la paz cultural, ambiental y personal.
Y en la Economía de Francisco repetimos con fuerza que no habrá paz verdadera sin justicia social, sin respeto por la dignidad de todas las personas y sin el cuidado de la Casa Común.
Caminar junto a tantas personas que compartían este sueño fue profundamente inspirador. Cada paso dado en esa mañana me recordó que la paz se hace entrelazando voluntades, escuchándonos mutuamente, abriendo espacios para quienes han sido históricamente excluidos.
Seguir caminando
Me quedo con la certeza de que este fue apenas un paso, pero un paso importante. La paz no se decreta: se camina, se celebra y se construye en comunidad. Y allí, en esa unión de esfuerzos entre REDIPAZ, la Economía de Francisco y tantas otras organizaciones,

descubrí una vez más que cuando nos encontramos desde lo diverso, florece la esperanza de un mundo más justo y humano.
Esta experiencia fue también un signo de sintonía con el hilo conductor de la paz, que guiará nuestro próximo encuentro presencial como Familia de la Economía de Francisco en Castel Gandolfo, y que seguirá marcando el rumbo de nuestro caminar compartido.





