La Economía de Francisco, una realidad multiplicándose en Cuba
La Economía de Francisco, un camino nuevo para rehumanizar los negocios y la economía. Los días 11 y 12 de diciembre se organizaron ferias comerciales en las parroquias de El Caney y Santa Lucía, Cuba, donde participaron no sólo los proyectos de Economía de Francisco, sino también otros invitados.
Por: Hub de Cuba (Text only in Spanish)
La Economía de Francisco es poner en marcha un proceso de cambio global que comenzó en 2020 para practicar una economía diferente, más justa, inclusiva, y sostenible, sin dejar a nadie atrás. Aunque su nombre corresponde a las doctrinas basadas en la pobreza de San Francisco de Asís, ha sido impulsada directamente por el Papa Francisco (de quien también Bergoglio toma su nombre pastoral) y está dirigida a jóvenes emprendedores, empresarios, académicos, mujeres de negocios, economistas y agentes de cambio de todo el mundo.
Desde su mismo inicio y a través de uno de los partners de la Economía de Francisco, Economía de Comunión (EdC), en Cuba ha tenido una gran acogida y promoción. Varios jóvenes participaron de los eventos internacionales desarrollados online desde 2020, y también han logrado varias actividades de forma presencial. Pero la máxima expresión de la EdF en Cuba es sin dudas, el polo de 11 emprendimientos que se desarrolla en la parroquia El Caney, en la hospitalaria Santiago de Cuba. Si bien varios proyectos de EdC también se han adherido a EdF, el empuje de proyectos muy variados por su ámbito o actividad económica constituye una riqueza a consolidar y también ya a compartir.
Los días del 11 al 13 de diciembre de 2021 han sido en particular de un trabajo muy intenso. Los días 11 y 12 se organizaron ferias comerciales en las parroquias de El Caney y Santa Lucía, en la urbe santiaguera, donde participaron no sólo los proyectos de EDF sino otros invitados como el grupo Eco-Arte y el Programa Incuba del Centro Loyola, este último, con una hermosa labor de acompañamiento a emprendedores y productores agrícolas en Santiago de Cuba inspirado en los valores de la economía solidaria. Lo vivido durante estas jornadas demuestra lo válido de apostar por actividades y procesos económicos pensadas por y para las personas.
El cuidado de no poner los precios abusivos que vivimos en nuestros días casi en todos los órdenes de la vida cotidiana, tener un trato sumamente amable y cordial con los clientes,
la colaboración entre todos quienes participaban, lograr la sostenibilidad de cada uno de los proyectos desde la búsqueda de utilidades que se piensan para lograr mejor calidad de vida y aportar al bien común, entre otras, constituyen buenas prácticas que han sido cuidadosamente estudiadas y promovidas desde la visión de EdF. ¡Y por si fuera poco!, el 10% de la recaudación de cada pequeño emprendimiento engrosa el fondo parroquial utilizado para favorecer a los más vulnerables y apoyar las necesidades pastorales más apremiantes de las comunidades.
El día 12 en la tarde y 13 también estuvieron matizados también por encuentros de asesoría y acompañamiento a varios de los proyectos de EdF. La presencia, esta vez física y no online como en meses anteriores, de Ernesto Figueredo desde el equipo de coordinación cubano de EdF y EdC, facilitó el intercambio y el diálogo con varios emprendedores para conocer las características que van adquiriendo sus proyectos, la forma de registrar la información contable, cómo van estableciendo sus costos y precios, la posibilidad de lograr exportaciones de los mejores mangos que se cosechan en Cuba, así como las necesidades de conocimientos, financiamiento y de recursos de cada uno, sabiendo que, en un camino, cada nuevo punto al que se llega constituye una nueva posibilidad de avanzar.
Los obstáculos de estos emprendedores no difieren del resto de los cubanos: acceso insuficiente a insumos, herramientas, embalajes, transporte, mercados nacionales desabastecidos, inflación galopante y asfixiante… en un contexto de incertidumbre económica y cambiantes marcos legales. Pero, por encima de todos estos obstáculos, convertidos en vallas impulsoras de creatividad, optimismo y coraje; se nuclea un grupo maravilloso, compacto, aprensivo y colaborativo: el polo de emprendimientos de EdF de El Caney.
¡Gracias por el testimonio de entrega y dinamismo que están dando en estos tiempos difíciles para nuestra Isla Bella!
“Vuestras universidades, vuestras empresas, vuestras organizaciones son canteras de esperanza para construir otras formas de entender el progreso, para combatir la cultura del descarte, para dar voz a los que no la tienen, para proponer nuevos estilos de vida”. Papa Francisco.