Queridas y queridos amigos, ¡GRACIAS!

Es con un corazón lleno de alegría y gratitud que les escribimos después de la conclusión del evento que nos ha emocionado y sorprendido. GRACIAS en nombre del Comité Organizador y del Staff de Economy of Francesco. Gracias, sinceras y profundas, a todos y cada uno de ustedes.

Estos extraordinarios días vividos juntos nos han conmovido y sorprendido. Hemos sido testigos de “algo” mucho más grande de lo que sólo podíamos imaginar en estos meses: es realmente cierto que la inteligencia colectiva en ciertos momentos explota en “algo” que deja a todos sin aliento. Pero quizás lo más hermoso de todo fue descubrir cuántas vocaciones existen en la vida económica. El evento fue un festival de vocaciones: de jóvenes mujeres y hombres jóvenes que escucharon una voz – un llamado y respondieron. Esta es una inmensa esperanza no sólo para la economía, sino para la Tierra en su conjunto: saber que aún hoy la Tierra está habitada por voces que llaman y por mujeres y hombres que responden.

Ustedes han respondido generosamente, como a menudo lo hacen los jóvenes, por su vocación de gratuidad que hace de su edad un tiempo maravilloso. Gracias por la pasión y la competencia con la que han trabajado en estos meses. El compromiso, la seriedad y el entusiasmo que han mostrado y donado han sido extraordinarios.  Gracias por todo el tiempo que han compartido, por las ideas, reflexiones, proyectos, reuniones, organización de webinars, preparación y participación en muchos eventos ‘Towards EoF’ en los últimos meses y en los HUBs territoriales en estos días. Gracias por la preparación de las conferencias, la maratón, las propuestas y los materiales que han producido. Estamos recibiendo expresiones de estima e interés por su trabajo de parte del mundo académico, redes de emprendedores/empresarios, prensa, asociaciones. Mensajes que son todos para ustedes, para animarlos a seguir adelante.

Gracias porque han custodiado y construido juntos un proceso generativo y sin “patrones”, con la libertad de expresarse y mostrar lo que ya existe, mientras señalaban lo que podemos construir juntos. ¡Cuánta esperanza hemos visto en estos meses y días gracias a ustedes! Cuánta belleza y calidad, cuánto deseo de vida y cuánto deseo de involucrarse e involucrar a otros, de atreverse y ensuciarse las manos para “reparar la casa” en la que vivimos. Le han dado al mundo luz y esperanza, concreta y profética. Los senior que han acompañado su empeño están dispuestos a seguir dialogando con ustedes.

Y así este evento no termina ahora. Estamos comenzando. Estos meses habrán sido verdaderamente fructíferos si seremos capaces de continuar lo que hemos comenzado, si ustedes mismos involucran a muchos otros jóvenes, si son testigos y embajadores de una economía diferente y sobre todo de relaciones diferentes. Este es su momento. ¡No se detengan, nunca! Sigan amando sus profesiones, sus negocios, sus cooperativas y sus estudios económicos, estén llenos de esperanza y de bendiciones por su trabajo, porque si los aman aunque no sean como deberían ser, ya los están cambiando. Cambiamos nuestra economía mirándola de otra manera: esto también es esperanza. Cambiamos la economía haciéndola, estudiándola, pero primero amándola. La nueva economía de Francisco ciertamente también surgirá de nuestra indignación e insatisfacción; pero sobre todo surgirá de nuestro amor, de la capacidad de transformar la indignación ante un mundo defectuoso, en un compromiso común por un mundo mejor. Nacerá de nuestros deseos y sueños colectivos.

Estaremos en contacto. Les enviaremos actualizaciones importantes lo más pronto posible.