Conexión, concreción y contagio. Las tres «C» que motivan la participación de Annie en Asís

por: Marta Isabel González Álvarez

Hablamos con Ana Isabel (Annie) Tamargo, miembro del HUB de Madrid y que participa en el encuentro global de EoF (The Economy of Francesco) del 22 al 24 de septiembre en Asís.

Dinos en tus propias palabras ¿en qué consiste la Economía de Francisco (EoF The Economy of Francesco)?  

Annie – Para mí la Economía de Francisco es un despertar, un llamado a los jóvenes para que pensemos, apliquemos y soñemos con una mejor economía en la que verdaderamente ponga una persona en el centro, que pensemos en un desarrollo sostenible, tomando en cuenta la naturaleza, cuidando el medio ambiente y pensando en el bien común. 

¿A qué te dedicas exactamente y cómo aplicas la Economía de Francisco en tu día a día? 

Annie – Soy economista y tengo un máster en Relaciones Internacionales y actualmente trabajo en una empresa de distribución de alimentos en el área de Responsabilidad Social. Y la verdad es que veo cómo aplicar la Economía a Francisco o ese cuidado a la naturaleza y poniendo en el centro a la persona, como un modo de tener un mejor producto, hacer que lo que venda o que quiera suministrar al público sea sostenible. 

¿Crees en la Responsabilidad Social Corporativa? ¿Crees que es verdadera y que ayuda en esos términos de medio ambiente y para ayudar a las personas?

Annie – Creo que hay mucho para hacer, que se puede caer en lo que se llama «green washing» (un lavado de cara superficial de la empresa) pero sí, creo que es un comienzo y es un despertar para que las empresas no se centren meramente en el beneficio económico, sino que también piensen en un modelo de producción que tenga en cuenta más aspectos tanto social como medioambientalmente hablando.. 

¿Cómo han sido estos dos años y cómo ha afectado la pandemia al HUB de Madrid de EoF) y cómo afrontas el próximo encuentro en Asís en septiembre de 2022?

Annie – Pues la verdad que con la pandemia no pudimos reunirnos físicamente en Asís, pero bueno, pero logramos avanzar bastante en el trabajo de las Aldeas temáticas y de modo virtual. Y sí, es cierto que nos faltó ese impulso de conocernos, para de conocernos para poder concretar más nuestro trabajo y  estar todos juntos y renovar nuestra energía sabiendo cuántos somos los jóvenes que queremos un cambio, que tenemos una economía diferente. Y eso es lo que espero del próximo encuentro en Asís:  quiero conocer a esas personas con las que he trabajado de manera digital y conectar con ellos. Y creo que lo bonito es que venimos de diferentes ámbitos,  diferentes países, diferentes carreras académicas, lo cual tiene mucho valor. Me gustaría que en este encuentro tan especial logremos concretar más qué podemos hacer desde los distintos HUBS o a nivel internacional en proyectos más transversales y dar a conocer esta Comunidad Global que es Economía de Francisco. O sea, al final tenemos que contagiar a más personas, como nos ha pedido el Papa, dar a conocer una nueva economía y sumar jóvenes que quieran ser parte del cambio. Al final esto yo también lo hago pensando en las generaciones futuras. 

Exacto, me contabas hace un momento que claro, una es joven ahora, mañana no es joven, pero que tú vas a seguir apoyando todo este cambio que propone EoF. Y me contabas también que lo que queréis hacer desde el Hub de Madrid, una de vuestras ideas, era hacer debates y talleres de cómo se logra aplicar todo lo que propone la Economía de Francisco en tu vida personal, cómo aplicar el consumo responsable o como lograr que tu empresa sea más limpia, de verdad, más sostenible. ¿Cómo ves hacia el futuro todo eso, lograr hacer este tipo de encuentros periódicos también en España, y aquí en Madrid, quizás uno al año, y en definitiva que no se quede solo en un encuentro mundial en Asís?

Annie – Sí, justo. Creo que este nuevo modelo económico empieza con un cambio interior. Y ese cambio interior también lleva a formación, a debatir ideas y poner en conjunto de que una nueva economía es posible, pero también cómo palparla a conocer ejemplos. Y aunque no logre participar siempre en encuentros mundiales o globales de Economía. Francisco, sí tengo claro que quiero integrarlo en mi día a día y ese integrarlo en mi día a día puede venir con pequeños cambios y que podamos seguir conociendo empresas diferentes, estilos de vida diferente y que pueda yo ir aplicando en el día a día. Ojalá lleguemos a hacer grandes cambios, pero también con pequeños cambios que vayamos haciendo en nuestro día a día y también logrando que nos  vayamos formando, se puede ayudar a este modelo económico que queremos lograr.

En ese sentido la Economía de Francisco no es solamente una invitación a los jóvenes, sino también  a otros. Y eso es lo bonito de EoF que sea un movimiento que surja de los jóvenes pero que logre contagiar al resto para que estos cambios sean visibles en la sociedad. 

La aldea temática en la que comenzaste,  «Empresas en transición» ahora no está funcionando, pero en el encuentro se va a hablar de las empresas y de los cambios que hay que hacer.

Annie – Si. Al final, aunque en nuestra aldea nos hemos dejado de reunir en los últimos meses o en el último año, el tema en sí es algo necesario. Hay investigadores, hay emprendedores, y en definitiva somos muchos los que trabajamos en empresas. Y al final si queremos también ser «embajadores» y llevar esa luz de Economía de Francisco, estar presente en las empresas es bueno también parar para darle impulso a este movimiento. Creo que el encuentro en Asís  puede ser un motor para que surja nuevamente esta aldea, o surjan nuevos proyectos que podamos, que podamos sacar adelante. 

Pero además de dar testimonio y trabajar donde cada uno se encuentre y en la realidad en la que esté ¿te gustaría tener algo que construir juntos desde Economía de Francisco, algún proyecto común en el que trabajar unidos? 

Annie – Sí, creo que si lo logramos concretar un poco más ayudaría porque lo podemos ver más palpable y lo podemos integrar mejor en nuestro día a día y en lo que hacemos, y al final nos ayuda a que no se quede todo simplemente en la teoría, sino que verdaderamente la llevemos a la práctica y que esa economía que soñamos, verdaderamente la empecemos a construir. Esa es mi ilusión, que allí en Asís podamos conocernos más, quienes estamos en Madrid o en otros lugares de España y contagiar al resto. Creo que lo bonito es que Asís y el encuentro de septiembre será un lugar de encuentro, o de comienzo o recomienzo. Y que no todo termine en Asís.

¿Aquí en madrid notáis una respuesta positiva, que cuenta con la ayuda deL CEU o de ICADE y otras organizaciones que os puedan apoyar?

Annie – Si, hay muchas instituciones a las que les interesa el tema, que creen que creen en la Economía de Francisco. Y hay muchas cátedras como la Cátedra Laudato si’ de la Universidad Francisco de Vitoria, por ejemplo, y muchas empresas como pueden ser las de Economía de Comunión, que ya viven la Economía de Francisco. Hay apoyo y hay muchos que están interesados en conocer cómo puede ser esa nueva economía. Esto es un impulso para seguir adelante

Pero ¿no tienes la impresión de que a veces la audiencia, los públicos a los que os dirigís o llegáis son siempre los mismos? Por eso sería importante llegar en Asís a esas «tres C: conexión, concreción y a ese contagiar. Según tú has dicho lo ideal sería marcar un objetivo  concreto para para cada año o cada semestre. Quizá con la inspiracíón y el contacto con otros eso os ayude. 

Si, creo que la clave está en organizarnos, en que no hay que hacer grandes cosas, simplemente empezar a sembrar la semilla. Y quizá sí, nosotros aquí en Madrid podamos hacer uno o dos encuentros al año, pero sería muy bueno que verdaderamente mantengamos el contacto y la conexión para seguir adelante con el proyecto. 

¿Cómo esperas que sea el encuentro con el Papa Francisco  el día 24, si Dios quiere?

Annie – Creo que va a ser muy emocionante. Es algo que llevamos esperando desde 2019 y bueno, es que en realidad al final todo surgió por la carta que él escribió a nosotros jóvenes  Entonces creo que esto va a ser como decirle al Papa «si, aquí estamos, verdaderamente tu llamado hizo efecto, y esperamos que el movimiento de cambio que ha comenzado continúe».

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